sábado, 4 de junio de 2016

FICHA URSS (4to año)


El Testamento de Lenin (1922)

“El camarada Stalin, al convertirse en secretario general, ha concentrado en sus manos un poder enorme, y yo no estoy seguro de que él sepa usar siempre este poder con la cautela necesaria. Por otra parte, el camarada Trotski […], se distingue no sólo por su excepcional talento- no cabe duda de que es la persona más capaz del comité central-, sino también por su excesiva confianza en sí mismo y por su disposición a dejarse llevar demasiado por el aspecto puramente administrativo de las cosas… Estas características de los dirigentes más capaces del comité central pueden, sin más, provocar una división, y si nuestro partido no toma las medidas necesarias para impedirlo, la división podría surgir inesperadamente…

Informe de Stalin sobre el Plan Quinquenal en 1933

“La tarea esencial del plan quinquenal consistía en transformar la URSS en un país industrial, para eliminar hasta el final los elementos capitalistas, extender el frente de las formas socialistas de la economía y crear una bsse económica para la supresión de las clases en la URSS, para la construcción de una sociedad socialista.
La labor esencial del plan quinquenal consistía en crear en nuestro país una industria capaz de reequipar y reorganizar, sobre la base del socialismo, no solamente la industria en su conjunto, sino también los transportes y la agricultura.
La tarea esencial del plan quinquenal consistía en hacer pasar la pequeña economía rural parcelada a la vía de la gran economía colectivizada, asegurar de este modo también la base económica del socialismo en el campo y liquidar así la posibilidad de restauración del capitalismo en la URSS.
Finalmente, la labor del plan quinquenal consistía en crear en el país todas las condiciones técnicas y económicas necesarias para aumentar al máximo la capacidad de defensa del país, para permitirle organizar una respuesta vigorosa a todas las tentativas de intervención armada, a todos los intentos de agresión armada del exterior, o de donde quiera que provengan. (...).”,

Discurso de Stalin en la presentación de la Constitución de 1936

“Como veis, la clase obrera de la URSS es una clase obrera completamente nueva, desprovista de la explotación, como jamás se ha conocido en la historia de la humanidad. (...) La base de la nueva Constitución está en el sostenimiento de los principios del socialismo, y por tanto de la socialización de la tierra, las fábricas y todos los elementos de la producción de la desaparición de las clases explotadas. También figura la liquidación de la misera y el lujo; desaparición de las huelgas, establecimiento del trabajo como obligación y deber y el bienestar de todo ciudadano apto para el trabajo, según la fórmula “quien no trabaja no come”. Se establece el derecho al trabajo; es decir todo ciudadano tendrá garantizado el trabajo, el descanso, la instrucción, etc. Parte nuestra Constitución del hecho de la no existencia de clases antagónicas.”

Informe secreto de Kruschev ante el XX Congreso del PCUS, 25 de febrero de 1956

“Los hechos prueban que numerosos abusos fueron cometidos siguiendo las órdenes de Stalin, en violación en las normas del partido y de la legalidad soviética. Stalin era un hombre muy desconfiado […] En todo lugar y en todo momento veía “enemigos”, gentes de doble faz, “espías”. Como poseía poder ilimitado, adoptaba decisiones arbitrarias y aniquilaba a las personas moral y físicamente […] nadie podía expresar su propia opinión […] No toleraba en absoluto la dirección y el trabajo colectivos y practicaba la violencia brutal, no sólo contra aquello que se le oponía, sino también contra todo lo que contradecía su espíritu caprichoso y despótico […] Stalin fue el origen de la concepción del “enemigo del pueblo”[…] Hizo posible una utilización más cruel de la represión, violando todas las normas de la legalidad revolucionaria […] la única prueba de culpabilidad que se utilizaba, contra todas las normas jurídicas , era “la confesión”[…] obtenida mediante presiones físicas contra el acusado.”

El estalinismo desde la mirada de Eric Hobsbawm


“En muchos sentidos, Stalin, bajito, cauteloso, inseguro, cruel, noctámbulo e infinitamente suspicaz […], de apariencia nada impresionante […], fue conciliador y maniobrero cuando hizo falta, hasta que llegó a la cumbre […] Para un amasijo de pueblos agrícolas y ganaderos cuya mentalidad era la equivalente de la del siglo XI occidental, esta era con seguridad la forma más eficaz de establecer la legitimidad del nuevo régimen […] Stalin, presidió la edad de hierro de la URSS que vino a continuación, fue un autócrata de una ferocidad, una crueldad y una falta de escrúpulos excepcionales o, a decir de algunos, únicas. Pocos hombres han manipulado el terror en tal escala No cabe duda de que bajo el liderazgo de alguna otra figura del Partido Bolchevique, los sufrimientos de los pueblos de la URSS habrían sido menores, al igual que la cantidad de víctimas. No obstante, cualquier política de modernización acelerada de la URSS, en las circunstancias de la época, habría resultado forzosamente despiadada, porque había que imponerla en contra de la mayoría de la población, a la que se condenaba a grandes sacrificios, impuestos en buena medida por la coacción. La economía de dirección centralizada responsable, mediante los “planes” de llevar a cabo esta ofensiva industrializadora estaba más cerca de una operación militar que una empresa económica […]. Pero si el sistema mantenía el nivel del consumode la población bajo mínimos- en 1940 la economía produjo poco más de un par de zapatos por habitantes de la URSS-, les garantizaba en cambio un mínimo social. Les daba trabajo, comida, ropa, vivienda de acuerdo con precios y salarios controlados (esto es, subsidiados), pensiones, atención sanitaria y cierto igualitarismo, hasta que el sistema de recompensas y privilegios especiales para la nomenklatura se descontroló tras la muerte de Stalin”.