martes, 26 de julio de 2016

4to año: Caída de la URSS

DOCUMENTO 1: Setenta y nueve muertos en 28 años del Muro de Berlín
Desde la construcción, el 14 de agosto de 1961, del muro de Berlín, 79 personas han perdido la vida intentando franquearlo, más de 100 resultaron heridas de bala y 4.000 lograron cruzar a Occidente. La división de la antigua capital del Reich se decidió en la Conferencia de Potsdam (17 de julio a 2 de agosto de 1945), con el acuerdo de las potencias vencedoras en la Segunda Guerra Mundial de repartirse Berlín en cuatro sectores, administrados por la Kommandatur, una comisión integrada por los gobernadores militares de Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y la Unión Soviética.
La decisión le las potencias occidentales de unificar sus sectores en marzo de 1948 provocó el abandono del consejo ejecutivo de la representación soviética. En 1955, la URSS declaró finalizada la ocupación, y afirmó que Berlín pertenecía en su totalidad a la RDA, de la que ya era capital. Tres años después cedió todos sus poderes de ocupación y propuso la reunificación de Berlín como una ciudad libre y desmilitarizada dentro del régimen comunista de la RDA, propuesta rechazada por los occidentales.
En la madrugada del domingo 14 agosto de 1961, con el fin de evitar el éxodo masivo de sus ciudadanos, estimado entonces en 2,7 millones de personas, y para frenar el boicoteo económico, el Gobierno de Walter Ulbricht decidió aislar su sector y levantar una barrera de protección antifascista. Más de 40.000 soldados y policías de la RDA, en sólo unos días, dividieron la ciudad en dos con alambradas y barreras de piedra, bloques de cemento y edificios cerrados a lo largo de 40 kilómetros.
Comenzaban así los trabajos de construcción de un muro de cemento y hormigón -llamado de la paz por los comunistas y de la vergüenza por el mundo occidental que tiene una altura de cuatro metros y una longitud de 165,7 kilómetros, de los cuales 44,8 dividen Berlín de Norte a Sur y 120,9 separan el sector occidental del resto de la RDA. El dispositivo se completó con instalaciones infranqueables a lo largo de los 1.393 kilómetros de frontera entre las dos Alemanias. Muchos berlineses perdieron sus viviendas cuando las autoridades crearon la zona prohibida, una franja de 10 metros de ancho a lo largo del muro para instalar torres de vigía con reflectores y guardias fronterizos.
La primera muerte se produjo el 17 de agosto de 1962. El joven Pete Fechter fue abatido por la policía al intentar cruzar el muro. Desde entonces, otras 78 personas más han muerto en el intento. El último, Chris Gueffroy, el 6 de febrero de este año, ametrallado cuando pasaba a nado, tras cruzar el muro, el canal que atraviesa la ciudad. Fuente: EL PAIS. España, 10 de Noviembre de 1989.

DOCUMENTO 2: WALTER KROHNE, CHILENO: "Viví el momento cuando cayó la frontera entre dos sistemas"
En noviembre de 1989, el periodista chileno Walter Krohne estaba en Hamburgo trabajando como redactor político en el servicio latinoamericano de la Agencia Alemana de Prensa (DPA).
" Ya se veían venir algunos cambios en la República Democrática de Alemania, pero lo del muro fue muy sorpresivo. El 9 de noviembre nos trasladamos rápidamente a Berlín. Fue tan sorpresivo que ni siquiera en los puestos de policía sabían que se había abierto el muro", dice Krohne.
El chileno llevaba varios años ya en Alemania y conocía bien la muralla que dividía al mundo, "allí uno se daba cuenta de cómo un Estado puede coartar la libertad de su gente, y todavía con ese muro horrible, mal construido. Lo más triste es que para la gente se trataba de su misma patria, habían familiares que estaban separados y no se veían", atestigua el periodista.
Cantos y champaña
"El 9 de noviembre, hasta las 8 de la noche, no se sabía bien lo que pasaba. En Berlín oriental entregaron una información a los diarios que estaba redactada en presente y que decía `hoy se va a abrir el muro'. Pero se leyó así (en presente) por radio y televisión, y la gente entendió que ese mismo día se abría el muro y de inmediato fueron a la frontera". Krohne asegura que se armó una fiesta en la calle de Berlín occidental, "se abrieron champañas y la gente cantaba. Fue muy emocionante informar de un acontecimiento histórico tremendo, estaba entusiasmadísimo trabajando toda la noche, porque era un cambio brutal en nuestra historia. Viví el momento cuando cayó la frontera entre dos sistemas", atestigua el profesional.
Fuente: Revista Qué Pasa en la conmemoración de los 10 años de la caída. Noviembre 1999.

DOCUMENTO 3: MALTE SIEBER, ALEMAN: "Nadie hablaba de reunificación en el Este"
Malte Sieber vivió a doscientos metros del muro, en Berlín oriental, mientras estudiaba germanística e inglés en la universidad de Humboldt. Desde 1992 está en Chile y ahora dirige el periódico Cóndor, que circula entre los miembros de la colectividad alemana en nuestro país.
"Por la distancia -cuenta Sieber- los extranjeros se quedaron con las imágenes de euforia cuando cayó el muro y no fue tan así, mucha gente lo vio con escepticismo. Claro que sentí algo de alegría, pero lo que pasa es que la situación era bastante más compleja que "¡ah ya, se cayó el muro, qué bueno!'".
Malte Sieber formaba parte de un movimiento estudiantil que luchaba por democratizar la universidad, querían crear un consejo estudiantil. De hecho, los estudiantes no eran el único grupo social que se manifestaba en esos momentos. "Con la caída del muro se le fue el aire a este movimiento, porque la gente se iba a pasear por Berlín del oeste, y eso afectó a todo el movimiento cívico. Cuando cayó el muro nadie hablaba de reunificación (ni siquiera era tema de conversación), sino de cómo mejorar nuestras condiciones de vida sin huir de Alemania oriental", asegura Sieber.
Súper normal
Sieber tenía 27 años cuando cedió el muro, y nunca había dejado el territorio comunista. "Para mí el muro era súper normal, no conocía otra cosa, vivía a doscientos metros del muro y nunca lo percibí como importante en mi vida diaria. No sabía como era Berlín del oeste, incluso conocía mejor Nueva York, porque lo había visto por televisión", dice el director del Cóndor. La noche que se abrió la frontera, el alemán estaba en una reunión de estudiantes y se enteró por los medios, pero no fue a la muralla a ver qué pasaba. Sieber recuerda que "cuando conocí Berlín occidental me asustaba bastante el mundo capitalista. Lo que más me preocupaba era descubrir una ciudad desconocida al lado de la mía, descubrir que las mismas calles de mi ciudad seguían en la otra con el mismo nombre, y descubrir su oferta cultural y la posibilidad de acceder a comprar libremente".
Fuente: Revista Qué Pasa en la conmemoración de los 10 años de la caída. Noviembre 1999.

DOCUMENTO 4: Nikolai Lenov. ¿Cómo explica la desaparición rápida y sorpresiva de la Unión Soviética?
Los intereses separatistas se incuban desde el mismo momento en que triunfó en Rusia la Revolución Bolchevique, porque con ella también brotaron las aspiraciones nacionalistas. Tanto Lenin como Stalin para ganarse las simpatías de las nacionalidades que poblaban el imperio zarista, prometieron dar cierta autonomía a cada pueblo que habitaba zonas extensas del país, así surgieron las Repúblicas y cada una empezó a adquirir prácticamente todos los atributos de un Estado independiente.
...Hacia 1990 ya había cobrado impulso la idea de convertir a la Unión Soviética en una Confederación. Así se llega a la etapa final: la ruptura de la Unión Soviética.
Fue entonces que un grupo de influyentes políticos, entre ellos el Vicepresidente, el Ministro de Defensa, el Ministro del Interior, el presidente de la KGB, todos en contra del tratado que preparaban Gorbachov y los líderes nacionales, intentaron detener, en una especie de parodia de complot, este proceso de desintegración. Y así, un día antes de la firma del nuevo tratado que convertiría a la Unión Soviética en una Confederación, se produjo aquel fallido encontronazo de agosto de 1991. Lo llamaron ‘putsch’, pero no fue ni putsch ni nada, porque no hubo empleo de fuerza. Fue sólo un gesto de ancianos, de exhibición nada más.
Cuando Gorbachov fue obligado a dejar el cargo de Presidente de la Unión Soviética, lo primero que hizo Yeltsin fue irse al bosque de Bielorrusia y firmar aquel papelito que ponía término a la Unión Soviética. Fue un acto absolutamente ilegal, arbitrario. Porque cuando se creó la Unión Soviética, en el año 1922, estuvieron presentes en el Kremlin, en Moscú, 4.000 delegados de todas las futuras repúblicas. Ellos discutieron y deliberaron sobre el problema de crear un Estado único, votaron en favor de éste y así se legalizó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
La disolución fue firmada solo por representantes de tres republicas (Rusia, Ucrania, Bielorrusia), las otras 12 quedaron al margen. Sus diputados estaban en Moscú esperando el desenlace y no salieron del Kremlin durante dos semanas porque no podían creer que la Unión Soviética había sido disuelta sin que siquiera se les hubiese consultado. Cuando tuvieron que aceptar lo inevitable, abandonaron el Kremlin casi llorando. Fue una independencia impuesta.

Fuente: Nikolai Lenov, Charla realizada en Centro de Estudios Públicos de Chile. 22 de septiembre de 1998. (Nikolai Lenov es General Soviético. Ex Vice director de la KGB o Comité de Seguridad del Estado de la ex URSS entre 1983 y 1991