domingo, 18 de septiembre de 2016

Conferencia Afroasiática de Bandung (1955)

La Conferencia Afroasiática ha prestado seria atención al problema de la paz y de la cooperación mundial. Ha examinado con profunda preocupación el actual estado de tensión internacional con el consiguiente peligro de una guerra atómica mundial. El problema de la paz está ligado al problema de la seguridad internacional. A este propósito, todos los Estados deben cooperar, sobre todo, a través de las Naciones Unidas en realizar la reducción de las armas atómicas bajo un válido control internacional. En este modo se puede promover la paz internacional y la energía ató mica puede ser usada exclusivamente para fines pacíficos. (...)
Todas las naciones deberían tener el derecho de escoger libremente sus sistemas políticos y económicos y su modo de vida en conformidad con los fines y principios de la Carta de las Naciones Unidas.
Libre de sospechas y de miedos y animados por la fe y buena voluntad de una hacia otra, las naciones deberían practicar la tolerancia y vivir juntas en paz y de buenos vecinos a desarrollar una cooperación amigable sobre la base de los diez principios siguientes:
1. Respeto por los derechos fundamentales del hombre y para los fines y principios de la Carta de las Naciones Unidas.
2. Respeto para soberanía y la integridad territorial de todas las naciones.
3. Reconocimiento de la igualdad de todas las razas y de todas las naciones, grandes y pequeñas.
4. Abstención de intervenciones o interferencia en los asuntos internos de otros países.
5. Respeto al derecho de toda nación a defenderse por sí sola o en colaboración con otros Estados, en conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.
6. a) Abstención de participar en acuerdos de defensa colectiva con vistas a favorecer los intereses particulares de una de las grandes potencias. b) Abstención por parte de todo país a ejercitar presión sobre otros países.
7. Abstención de actos o de amenaza de agresión y del uso de la fuerza en los cotejos de la integridad territorial o de independencia política de cualquier país.
8. Composición de todas las vertientes internacionales con medios pacíficos, como tratados, conciliaciones, arbitraje o composición judicial, así como también con otros medios pacíficos, según la libre selección de las partes en conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.
9. Promoción del interés y de la cooperación recíproca.
10. Respeto por la justicia y las obligaciones internacionales.
La Conferencia Afroasiática declara su convencimiento de que una cooperación amistosa en conformidad a estos principios y desarrollo de la paz y seguridad internacionales, mientras la cooperación en el campo económico-social y cultural contribuiría a crear una común prosperidad y el bienestar de todos (...)

martes, 16 de agosto de 2016

ISLAM

Pueden descargar el archivo aquí.

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martes, 26 de julio de 2016

4to año: Caída de la URSS

DOCUMENTO 1: Setenta y nueve muertos en 28 años del Muro de Berlín
Desde la construcción, el 14 de agosto de 1961, del muro de Berlín, 79 personas han perdido la vida intentando franquearlo, más de 100 resultaron heridas de bala y 4.000 lograron cruzar a Occidente. La división de la antigua capital del Reich se decidió en la Conferencia de Potsdam (17 de julio a 2 de agosto de 1945), con el acuerdo de las potencias vencedoras en la Segunda Guerra Mundial de repartirse Berlín en cuatro sectores, administrados por la Kommandatur, una comisión integrada por los gobernadores militares de Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y la Unión Soviética.
La decisión le las potencias occidentales de unificar sus sectores en marzo de 1948 provocó el abandono del consejo ejecutivo de la representación soviética. En 1955, la URSS declaró finalizada la ocupación, y afirmó que Berlín pertenecía en su totalidad a la RDA, de la que ya era capital. Tres años después cedió todos sus poderes de ocupación y propuso la reunificación de Berlín como una ciudad libre y desmilitarizada dentro del régimen comunista de la RDA, propuesta rechazada por los occidentales.
En la madrugada del domingo 14 agosto de 1961, con el fin de evitar el éxodo masivo de sus ciudadanos, estimado entonces en 2,7 millones de personas, y para frenar el boicoteo económico, el Gobierno de Walter Ulbricht decidió aislar su sector y levantar una barrera de protección antifascista. Más de 40.000 soldados y policías de la RDA, en sólo unos días, dividieron la ciudad en dos con alambradas y barreras de piedra, bloques de cemento y edificios cerrados a lo largo de 40 kilómetros.
Comenzaban así los trabajos de construcción de un muro de cemento y hormigón -llamado de la paz por los comunistas y de la vergüenza por el mundo occidental que tiene una altura de cuatro metros y una longitud de 165,7 kilómetros, de los cuales 44,8 dividen Berlín de Norte a Sur y 120,9 separan el sector occidental del resto de la RDA. El dispositivo se completó con instalaciones infranqueables a lo largo de los 1.393 kilómetros de frontera entre las dos Alemanias. Muchos berlineses perdieron sus viviendas cuando las autoridades crearon la zona prohibida, una franja de 10 metros de ancho a lo largo del muro para instalar torres de vigía con reflectores y guardias fronterizos.
La primera muerte se produjo el 17 de agosto de 1962. El joven Pete Fechter fue abatido por la policía al intentar cruzar el muro. Desde entonces, otras 78 personas más han muerto en el intento. El último, Chris Gueffroy, el 6 de febrero de este año, ametrallado cuando pasaba a nado, tras cruzar el muro, el canal que atraviesa la ciudad. Fuente: EL PAIS. España, 10 de Noviembre de 1989.

DOCUMENTO 2: WALTER KROHNE, CHILENO: "Viví el momento cuando cayó la frontera entre dos sistemas"
En noviembre de 1989, el periodista chileno Walter Krohne estaba en Hamburgo trabajando como redactor político en el servicio latinoamericano de la Agencia Alemana de Prensa (DPA).
" Ya se veían venir algunos cambios en la República Democrática de Alemania, pero lo del muro fue muy sorpresivo. El 9 de noviembre nos trasladamos rápidamente a Berlín. Fue tan sorpresivo que ni siquiera en los puestos de policía sabían que se había abierto el muro", dice Krohne.
El chileno llevaba varios años ya en Alemania y conocía bien la muralla que dividía al mundo, "allí uno se daba cuenta de cómo un Estado puede coartar la libertad de su gente, y todavía con ese muro horrible, mal construido. Lo más triste es que para la gente se trataba de su misma patria, habían familiares que estaban separados y no se veían", atestigua el periodista.
Cantos y champaña
"El 9 de noviembre, hasta las 8 de la noche, no se sabía bien lo que pasaba. En Berlín oriental entregaron una información a los diarios que estaba redactada en presente y que decía `hoy se va a abrir el muro'. Pero se leyó así (en presente) por radio y televisión, y la gente entendió que ese mismo día se abría el muro y de inmediato fueron a la frontera". Krohne asegura que se armó una fiesta en la calle de Berlín occidental, "se abrieron champañas y la gente cantaba. Fue muy emocionante informar de un acontecimiento histórico tremendo, estaba entusiasmadísimo trabajando toda la noche, porque era un cambio brutal en nuestra historia. Viví el momento cuando cayó la frontera entre dos sistemas", atestigua el profesional.
Fuente: Revista Qué Pasa en la conmemoración de los 10 años de la caída. Noviembre 1999.

DOCUMENTO 3: MALTE SIEBER, ALEMAN: "Nadie hablaba de reunificación en el Este"
Malte Sieber vivió a doscientos metros del muro, en Berlín oriental, mientras estudiaba germanística e inglés en la universidad de Humboldt. Desde 1992 está en Chile y ahora dirige el periódico Cóndor, que circula entre los miembros de la colectividad alemana en nuestro país.
"Por la distancia -cuenta Sieber- los extranjeros se quedaron con las imágenes de euforia cuando cayó el muro y no fue tan así, mucha gente lo vio con escepticismo. Claro que sentí algo de alegría, pero lo que pasa es que la situación era bastante más compleja que "¡ah ya, se cayó el muro, qué bueno!'".
Malte Sieber formaba parte de un movimiento estudiantil que luchaba por democratizar la universidad, querían crear un consejo estudiantil. De hecho, los estudiantes no eran el único grupo social que se manifestaba en esos momentos. "Con la caída del muro se le fue el aire a este movimiento, porque la gente se iba a pasear por Berlín del oeste, y eso afectó a todo el movimiento cívico. Cuando cayó el muro nadie hablaba de reunificación (ni siquiera era tema de conversación), sino de cómo mejorar nuestras condiciones de vida sin huir de Alemania oriental", asegura Sieber.
Súper normal
Sieber tenía 27 años cuando cedió el muro, y nunca había dejado el territorio comunista. "Para mí el muro era súper normal, no conocía otra cosa, vivía a doscientos metros del muro y nunca lo percibí como importante en mi vida diaria. No sabía como era Berlín del oeste, incluso conocía mejor Nueva York, porque lo había visto por televisión", dice el director del Cóndor. La noche que se abrió la frontera, el alemán estaba en una reunión de estudiantes y se enteró por los medios, pero no fue a la muralla a ver qué pasaba. Sieber recuerda que "cuando conocí Berlín occidental me asustaba bastante el mundo capitalista. Lo que más me preocupaba era descubrir una ciudad desconocida al lado de la mía, descubrir que las mismas calles de mi ciudad seguían en la otra con el mismo nombre, y descubrir su oferta cultural y la posibilidad de acceder a comprar libremente".
Fuente: Revista Qué Pasa en la conmemoración de los 10 años de la caída. Noviembre 1999.

DOCUMENTO 4: Nikolai Lenov. ¿Cómo explica la desaparición rápida y sorpresiva de la Unión Soviética?
Los intereses separatistas se incuban desde el mismo momento en que triunfó en Rusia la Revolución Bolchevique, porque con ella también brotaron las aspiraciones nacionalistas. Tanto Lenin como Stalin para ganarse las simpatías de las nacionalidades que poblaban el imperio zarista, prometieron dar cierta autonomía a cada pueblo que habitaba zonas extensas del país, así surgieron las Repúblicas y cada una empezó a adquirir prácticamente todos los atributos de un Estado independiente.
...Hacia 1990 ya había cobrado impulso la idea de convertir a la Unión Soviética en una Confederación. Así se llega a la etapa final: la ruptura de la Unión Soviética.
Fue entonces que un grupo de influyentes políticos, entre ellos el Vicepresidente, el Ministro de Defensa, el Ministro del Interior, el presidente de la KGB, todos en contra del tratado que preparaban Gorbachov y los líderes nacionales, intentaron detener, en una especie de parodia de complot, este proceso de desintegración. Y así, un día antes de la firma del nuevo tratado que convertiría a la Unión Soviética en una Confederación, se produjo aquel fallido encontronazo de agosto de 1991. Lo llamaron ‘putsch’, pero no fue ni putsch ni nada, porque no hubo empleo de fuerza. Fue sólo un gesto de ancianos, de exhibición nada más.
Cuando Gorbachov fue obligado a dejar el cargo de Presidente de la Unión Soviética, lo primero que hizo Yeltsin fue irse al bosque de Bielorrusia y firmar aquel papelito que ponía término a la Unión Soviética. Fue un acto absolutamente ilegal, arbitrario. Porque cuando se creó la Unión Soviética, en el año 1922, estuvieron presentes en el Kremlin, en Moscú, 4.000 delegados de todas las futuras repúblicas. Ellos discutieron y deliberaron sobre el problema de crear un Estado único, votaron en favor de éste y así se legalizó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
La disolución fue firmada solo por representantes de tres republicas (Rusia, Ucrania, Bielorrusia), las otras 12 quedaron al margen. Sus diputados estaban en Moscú esperando el desenlace y no salieron del Kremlin durante dos semanas porque no podían creer que la Unión Soviética había sido disuelta sin que siquiera se les hubiese consultado. Cuando tuvieron que aceptar lo inevitable, abandonaron el Kremlin casi llorando. Fue una independencia impuesta.

Fuente: Nikolai Lenov, Charla realizada en Centro de Estudios Públicos de Chile. 22 de septiembre de 1998. (Nikolai Lenov es General Soviético. Ex Vice director de la KGB o Comité de Seguridad del Estado de la ex URSS entre 1983 y 1991

sábado, 4 de junio de 2016

FICHA URSS (4to año)


El Testamento de Lenin (1922)

“El camarada Stalin, al convertirse en secretario general, ha concentrado en sus manos un poder enorme, y yo no estoy seguro de que él sepa usar siempre este poder con la cautela necesaria. Por otra parte, el camarada Trotski […], se distingue no sólo por su excepcional talento- no cabe duda de que es la persona más capaz del comité central-, sino también por su excesiva confianza en sí mismo y por su disposición a dejarse llevar demasiado por el aspecto puramente administrativo de las cosas… Estas características de los dirigentes más capaces del comité central pueden, sin más, provocar una división, y si nuestro partido no toma las medidas necesarias para impedirlo, la división podría surgir inesperadamente…

Informe de Stalin sobre el Plan Quinquenal en 1933

“La tarea esencial del plan quinquenal consistía en transformar la URSS en un país industrial, para eliminar hasta el final los elementos capitalistas, extender el frente de las formas socialistas de la economía y crear una bsse económica para la supresión de las clases en la URSS, para la construcción de una sociedad socialista.
La labor esencial del plan quinquenal consistía en crear en nuestro país una industria capaz de reequipar y reorganizar, sobre la base del socialismo, no solamente la industria en su conjunto, sino también los transportes y la agricultura.
La tarea esencial del plan quinquenal consistía en hacer pasar la pequeña economía rural parcelada a la vía de la gran economía colectivizada, asegurar de este modo también la base económica del socialismo en el campo y liquidar así la posibilidad de restauración del capitalismo en la URSS.
Finalmente, la labor del plan quinquenal consistía en crear en el país todas las condiciones técnicas y económicas necesarias para aumentar al máximo la capacidad de defensa del país, para permitirle organizar una respuesta vigorosa a todas las tentativas de intervención armada, a todos los intentos de agresión armada del exterior, o de donde quiera que provengan. (...).”,

Discurso de Stalin en la presentación de la Constitución de 1936

“Como veis, la clase obrera de la URSS es una clase obrera completamente nueva, desprovista de la explotación, como jamás se ha conocido en la historia de la humanidad. (...) La base de la nueva Constitución está en el sostenimiento de los principios del socialismo, y por tanto de la socialización de la tierra, las fábricas y todos los elementos de la producción de la desaparición de las clases explotadas. También figura la liquidación de la misera y el lujo; desaparición de las huelgas, establecimiento del trabajo como obligación y deber y el bienestar de todo ciudadano apto para el trabajo, según la fórmula “quien no trabaja no come”. Se establece el derecho al trabajo; es decir todo ciudadano tendrá garantizado el trabajo, el descanso, la instrucción, etc. Parte nuestra Constitución del hecho de la no existencia de clases antagónicas.”

Informe secreto de Kruschev ante el XX Congreso del PCUS, 25 de febrero de 1956

“Los hechos prueban que numerosos abusos fueron cometidos siguiendo las órdenes de Stalin, en violación en las normas del partido y de la legalidad soviética. Stalin era un hombre muy desconfiado […] En todo lugar y en todo momento veía “enemigos”, gentes de doble faz, “espías”. Como poseía poder ilimitado, adoptaba decisiones arbitrarias y aniquilaba a las personas moral y físicamente […] nadie podía expresar su propia opinión […] No toleraba en absoluto la dirección y el trabajo colectivos y practicaba la violencia brutal, no sólo contra aquello que se le oponía, sino también contra todo lo que contradecía su espíritu caprichoso y despótico […] Stalin fue el origen de la concepción del “enemigo del pueblo”[…] Hizo posible una utilización más cruel de la represión, violando todas las normas de la legalidad revolucionaria […] la única prueba de culpabilidad que se utilizaba, contra todas las normas jurídicas , era “la confesión”[…] obtenida mediante presiones físicas contra el acusado.”

El estalinismo desde la mirada de Eric Hobsbawm


“En muchos sentidos, Stalin, bajito, cauteloso, inseguro, cruel, noctámbulo e infinitamente suspicaz […], de apariencia nada impresionante […], fue conciliador y maniobrero cuando hizo falta, hasta que llegó a la cumbre […] Para un amasijo de pueblos agrícolas y ganaderos cuya mentalidad era la equivalente de la del siglo XI occidental, esta era con seguridad la forma más eficaz de establecer la legitimidad del nuevo régimen […] Stalin, presidió la edad de hierro de la URSS que vino a continuación, fue un autócrata de una ferocidad, una crueldad y una falta de escrúpulos excepcionales o, a decir de algunos, únicas. Pocos hombres han manipulado el terror en tal escala No cabe duda de que bajo el liderazgo de alguna otra figura del Partido Bolchevique, los sufrimientos de los pueblos de la URSS habrían sido menores, al igual que la cantidad de víctimas. No obstante, cualquier política de modernización acelerada de la URSS, en las circunstancias de la época, habría resultado forzosamente despiadada, porque había que imponerla en contra de la mayoría de la población, a la que se condenaba a grandes sacrificios, impuestos en buena medida por la coacción. La economía de dirección centralizada responsable, mediante los “planes” de llevar a cabo esta ofensiva industrializadora estaba más cerca de una operación militar que una empresa económica […]. Pero si el sistema mantenía el nivel del consumode la población bajo mínimos- en 1940 la economía produjo poco más de un par de zapatos por habitantes de la URSS-, les garantizaba en cambio un mínimo social. Les daba trabajo, comida, ropa, vivienda de acuerdo con precios y salarios controlados (esto es, subsidiados), pensiones, atención sanitaria y cierto igualitarismo, hasta que el sistema de recompensas y privilegios especiales para la nomenklatura se descontroló tras la muerte de Stalin”.