El Testamento de
Lenin (1922)
“El camarada Stalin, al convertirse en
secretario general, ha concentrado en sus manos un poder enorme, y
yo no estoy seguro de que él sepa usar siempre este poder con la
cautela necesaria. Por otra parte, el camarada Trotski […], se
distingue no sólo por su excepcional talento- no cabe duda de que
es la persona más capaz del comité central-, sino también por
su excesiva confianza en sí mismo y por su disposición a dejarse
llevar demasiado por el aspecto puramente administrativo de las
cosas… Estas características de los dirigentes más capaces del
comité central pueden, sin más, provocar una división, y si
nuestro partido no toma las medidas necesarias para impedirlo, la
división podría surgir inesperadamente…
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Informe de Stalin
sobre el Plan Quinquenal en 1933
“La tarea esencial del
plan quinquenal consistía en transformar la URSS en un país
industrial, para eliminar hasta el final los elementos capitalistas,
extender el frente de las formas socialistas de la economía y crear
una bsse económica para la supresión de las clases en la URSS, para
la construcción de una sociedad socialista.
La labor esencial del
plan quinquenal consistía en crear en nuestro país una industria
capaz de reequipar y reorganizar, sobre la base del socialismo, no
solamente la industria en su conjunto, sino también los transportes
y la agricultura.
La tarea esencial del
plan quinquenal consistía en hacer pasar la pequeña economía rural
parcelada a la vía de la gran economía colectivizada, asegurar de
este modo también la base económica del socialismo en el campo y
liquidar así la posibilidad de restauración del capitalismo en la
URSS.
Finalmente, la labor del
plan quinquenal consistía en crear en el país todas las condiciones
técnicas y económicas necesarias para aumentar al máximo la
capacidad de defensa del país, para permitirle organizar una
respuesta vigorosa a todas las tentativas de intervención armada, a
todos los intentos de agresión armada del exterior, o de donde
quiera que provengan. (...).”,
Discurso de Stalin en
la presentación de la Constitución de 1936
“Como veis, la clase
obrera de la URSS es una clase obrera completamente nueva,
desprovista de la explotación, como jamás se ha conocido en la
historia de la humanidad. (...) La base de la nueva Constitución
está en el sostenimiento de los principios del socialismo, y por
tanto de la socialización de la tierra, las fábricas y todos los
elementos de la producción de la desaparición de las clases
explotadas. También figura la liquidación de la misera y el lujo;
desaparición de las huelgas, establecimiento del trabajo como
obligación y deber y el bienestar de todo ciudadano apto para el
trabajo, según la fórmula “quien no trabaja no come”. Se
establece el derecho al trabajo; es decir todo ciudadano tendrá
garantizado el trabajo, el descanso, la instrucción, etc. Parte
nuestra Constitución del hecho de la no existencia de clases
antagónicas.”
Informe secreto de
Kruschev ante el XX Congreso del PCUS, 25 de febrero de 1956
“Los hechos prueban que
numerosos abusos fueron cometidos siguiendo las órdenes de Stalin,
en violación en las normas del partido y de la legalidad soviética.
Stalin era un hombre muy desconfiado […] En todo lugar y en todo
momento veía “enemigos”, gentes de doble faz, “espías”.
Como poseía poder ilimitado, adoptaba decisiones arbitrarias y
aniquilaba a las personas moral y físicamente […] nadie podía
expresar su propia opinión […] No toleraba en absoluto la
dirección y el trabajo colectivos y practicaba la violencia brutal,
no sólo contra aquello que se le oponía, sino también contra todo
lo que contradecía su espíritu caprichoso y despótico […] Stalin
fue el origen de la concepción del “enemigo del pueblo”[…]
Hizo posible una utilización más cruel de la represión, violando
todas las normas de la legalidad revolucionaria […] la única
prueba de culpabilidad que se utilizaba, contra todas las normas
jurídicas , era “la confesión”[…] obtenida mediante presiones
físicas contra el acusado.”
El estalinismo desde
la mirada de Eric Hobsbawm
“En muchos sentidos,
Stalin, bajito, cauteloso, inseguro, cruel, noctámbulo e
infinitamente suspicaz […], de apariencia nada impresionante […],
fue conciliador y maniobrero cuando hizo falta, hasta que llegó a la
cumbre […] Para un amasijo de pueblos agrícolas y ganaderos cuya
mentalidad era la equivalente de la del siglo XI occidental, esta era
con seguridad la forma más eficaz de establecer la legitimidad del
nuevo régimen […] Stalin, presidió la edad de hierro de la URSS
que vino a continuación, fue un autócrata de una ferocidad, una
crueldad y una falta de escrúpulos excepcionales o, a decir de
algunos, únicas. Pocos hombres han manipulado el terror en tal
escala No cabe duda de que bajo el liderazgo de alguna otra figura
del Partido Bolchevique, los sufrimientos de los pueblos de la URSS
habrían sido menores, al igual que la cantidad de víctimas. No
obstante, cualquier política de modernización acelerada de la URSS,
en las circunstancias de la época, habría resultado forzosamente
despiadada, porque había que imponerla en contra de la mayoría de
la población, a la que se condenaba a grandes sacrificios, impuestos
en buena medida por la coacción. La economía de dirección
centralizada responsable, mediante los “planes” de llevar a cabo
esta ofensiva industrializadora estaba más cerca de una operación
militar que una empresa económica […]. Pero si el sistema mantenía
el nivel del consumode la población bajo mínimos- en 1940 la
economía produjo poco más de un par de zapatos por habitantes de la
URSS-, les garantizaba en cambio un mínimo social. Les daba trabajo,
comida, ropa, vivienda de acuerdo con precios y salarios controlados
(esto es, subsidiados), pensiones, atención sanitaria y cierto
igualitarismo, hasta que el sistema de recompensas y privilegios
especiales para la nomenklatura se descontroló tras la muerte de
Stalin”.