DOCUMENTO
1: Setenta y nueve muertos en 28 años del Muro de Berlín
Desde
la construcción, el 14 de agosto de 1961, del muro de Berlín, 79
personas han perdido la vida intentando franquearlo, más de 100
resultaron heridas de bala y 4.000 lograron cruzar a Occidente. La
división de la antigua capital del Reich se decidió en la
Conferencia de Potsdam (17 de julio a 2 de agosto de 1945), con el
acuerdo de las potencias vencedoras en la Segunda Guerra Mundial de
repartirse Berlín en cuatro sectores, administrados por la
Kommandatur, una comisión integrada por los gobernadores militares
de Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y la Unión Soviética.
La
decisión le las potencias occidentales de unificar sus sectores en
marzo de 1948 provocó el abandono del consejo ejecutivo de la
representación soviética. En 1955, la URSS declaró finalizada la
ocupación, y afirmó que Berlín pertenecía en su totalidad a la
RDA, de la que ya era capital. Tres años después cedió todos sus
poderes de ocupación y propuso la reunificación de Berlín como una
ciudad libre y desmilitarizada dentro del régimen comunista de la
RDA, propuesta rechazada por los occidentales.
En
la madrugada del domingo 14 agosto de 1961, con el fin de evitar el
éxodo masivo de sus ciudadanos, estimado entonces en 2,7 millones de
personas, y para frenar el boicoteo económico, el Gobierno de Walter
Ulbricht decidió aislar su sector y levantar una barrera de
protección antifascista. Más de 40.000 soldados y policías de la
RDA, en sólo unos días, dividieron la ciudad en dos con alambradas
y barreras de piedra, bloques de cemento y edificios cerrados a lo
largo de 40 kilómetros.
Comenzaban
así los trabajos de construcción de un muro de cemento y hormigón
-llamado de la paz por los comunistas y de la vergüenza por el mundo
occidental que tiene una altura de cuatro metros y una longitud de
165,7 kilómetros, de los cuales 44,8 dividen Berlín de Norte a Sur
y 120,9 separan el sector occidental del resto de la RDA. El
dispositivo se completó con instalaciones infranqueables a lo largo
de los 1.393 kilómetros de frontera entre las dos Alemanias. Muchos
berlineses perdieron sus viviendas cuando las autoridades crearon la
zona prohibida, una franja de 10 metros de ancho a lo largo del muro
para instalar torres de vigía con reflectores y guardias
fronterizos.
La
primera muerte se produjo el 17 de agosto de 1962. El joven Pete
Fechter fue abatido por la policía al intentar cruzar el muro. Desde
entonces, otras 78 personas más han muerto en el intento. El último,
Chris Gueffroy, el 6 de febrero de este año, ametrallado cuando
pasaba a nado, tras cruzar el muro, el canal que atraviesa la ciudad.
Fuente:
EL
PAIS. España, 10 de Noviembre de 1989.
DOCUMENTO
2: WALTER KROHNE, CHILENO: "Viví el momento cuando cayó la
frontera entre dos sistemas"
En
noviembre de 1989, el periodista chileno Walter Krohne estaba en
Hamburgo trabajando como redactor político en el servicio
latinoamericano de la Agencia Alemana de Prensa (DPA).
"
Ya se veían venir algunos cambios en la República Democrática de
Alemania, pero lo del muro fue muy sorpresivo. El 9 de noviembre nos
trasladamos rápidamente a Berlín. Fue tan sorpresivo que ni
siquiera en los puestos de policía sabían que se había abierto el
muro", dice Krohne.
El
chileno llevaba varios años ya en Alemania y conocía bien la
muralla que dividía al mundo, "allí uno se daba cuenta de cómo
un Estado puede coartar la libertad de su gente, y todavía con ese
muro horrible, mal construido. Lo más triste es que para la gente se
trataba de su misma patria, habían familiares que estaban separados
y no se veían", atestigua el periodista.
Cantos
y champaña
"El
9 de noviembre, hasta las 8 de la noche, no se sabía bien lo que
pasaba. En Berlín oriental entregaron una información a los diarios
que estaba redactada en presente y que decía `hoy
se va a abrir el muro'.
Pero se leyó así (en presente) por radio y televisión, y la gente
entendió que ese mismo día se abría el muro y de inmediato fueron
a la frontera". Krohne asegura que se armó una fiesta en la
calle de Berlín occidental, "se abrieron champañas y la gente
cantaba. Fue muy emocionante informar de un acontecimiento histórico
tremendo, estaba entusiasmadísimo trabajando toda la noche, porque
era un cambio brutal en nuestra historia. Viví el momento cuando
cayó la frontera entre dos sistemas", atestigua el profesional.
Fuente:
Revista
Qué Pasa en la conmemoración de los 10 años de la caída.
Noviembre 1999.
DOCUMENTO
3: MALTE SIEBER, ALEMAN: "Nadie hablaba de reunificación en el
Este"
Malte
Sieber vivió a doscientos metros del muro, en Berlín oriental,
mientras estudiaba germanística e inglés en la universidad de
Humboldt. Desde 1992 está en Chile y ahora dirige el periódico
Cóndor, que circula entre los miembros de la colectividad alemana en
nuestro país.
"Por
la distancia -cuenta Sieber- los extranjeros se quedaron con las
imágenes de euforia cuando cayó el muro y no fue tan así, mucha
gente lo vio con escepticismo. Claro que sentí algo de alegría,
pero lo que pasa es que la situación era bastante más compleja que
"¡ah ya, se cayó el muro, qué bueno!'".
Malte
Sieber formaba parte de un movimiento estudiantil que luchaba por
democratizar la universidad, querían crear un consejo estudiantil.
De hecho, los estudiantes no eran el único grupo social que se
manifestaba en esos momentos. "Con
la caída del muro se le fue el aire a este movimiento, porque la
gente se iba a pasear por Berlín del oeste, y eso afectó a todo el
movimiento cívico. Cuando cayó el muro nadie hablaba de
reunificación (ni siquiera era tema de conversación), sino de cómo
mejorar nuestras condiciones de vida sin huir de Alemania oriental",
asegura Sieber.
Súper
normal
Sieber
tenía 27 años cuando cedió el muro, y nunca había dejado el
territorio comunista. "Para
mí el muro era súper normal, no conocía otra cosa, vivía a
doscientos metros del muro y nunca lo percibí como importante en mi
vida diaria. No sabía como era Berlín del oeste, incluso conocía
mejor Nueva York, porque lo había visto por televisión",
dice el director del Cóndor. La noche que se abrió la frontera, el
alemán estaba en una reunión de estudiantes y se enteró por los
medios, pero no fue a la muralla a ver qué pasaba. Sieber recuerda
que "cuando
conocí Berlín occidental me asustaba bastante el mundo capitalista.
Lo que más me preocupaba era descubrir una ciudad desconocida al
lado de la mía, descubrir que las mismas calles de mi ciudad seguían
en la otra con el mismo nombre, y descubrir su oferta cultural y la
posibilidad de acceder a comprar libremente".
Fuente:
Revista
Qué Pasa en la conmemoración de los 10 años de la caída.
Noviembre 1999.
DOCUMENTO
4: Nikolai Lenov. ¿Cómo explica la desaparición rápida y
sorpresiva de la Unión Soviética?
Los
intereses separatistas se incuban desde el mismo momento en que
triunfó en Rusia la Revolución Bolchevique, porque con ella también
brotaron las aspiraciones nacionalistas. Tanto Lenin como Stalin para
ganarse las simpatías de las nacionalidades que poblaban el imperio
zarista, prometieron dar cierta autonomía a cada pueblo que habitaba
zonas extensas del país, así surgieron las Repúblicas y cada una
empezó a adquirir prácticamente todos los atributos de un Estado
independiente.
...Hacia
1990 ya había cobrado impulso la idea de convertir a la Unión
Soviética en una Confederación. Así se llega a la etapa final: la
ruptura de la Unión Soviética.
Fue
entonces que un grupo de influyentes políticos, entre ellos el
Vicepresidente, el Ministro de Defensa, el Ministro del Interior, el
presidente de la KGB, todos en contra del tratado que preparaban
Gorbachov y los líderes nacionales, intentaron detener, en una
especie de parodia de complot, este proceso de desintegración. Y
así, un día antes de la firma del nuevo tratado que convertiría a
la Unión Soviética en una Confederación, se produjo aquel fallido
encontronazo de agosto de 1991. Lo llamaron ‘putsch’, pero no fue
ni putsch ni nada, porque no hubo empleo de fuerza. Fue sólo un
gesto de ancianos, de exhibición nada más.
Cuando
Gorbachov fue obligado a dejar el cargo de Presidente de la Unión
Soviética, lo primero que hizo Yeltsin fue irse al bosque de
Bielorrusia y firmar aquel papelito que ponía término a la Unión
Soviética. Fue un acto absolutamente ilegal, arbitrario. Porque
cuando se creó la Unión Soviética, en el año 1922, estuvieron
presentes en el Kremlin, en Moscú, 4.000 delegados de todas las
futuras repúblicas. Ellos discutieron y deliberaron sobre el
problema de crear un Estado único, votaron en favor de éste y así
se legalizó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
La
disolución fue firmada solo por representantes de tres republicas
(Rusia, Ucrania, Bielorrusia), las otras 12 quedaron al margen. Sus
diputados estaban en Moscú esperando el desenlace y no salieron del
Kremlin durante dos semanas porque no podían creer que la Unión
Soviética había sido disuelta sin que siquiera se les hubiese
consultado. Cuando tuvieron que aceptar lo inevitable, abandonaron el
Kremlin casi llorando. Fue una independencia impuesta.
Fuente:
Nikolai
Lenov, Charla realizada en Centro de Estudios Públicos de Chile. 22
de septiembre de 1998. (Nikolai
Lenov es General Soviético. Ex Vice director de la KGB o Comité de
Seguridad del Estado de la ex URSS entre 1983 y 1991)