domingo, 1 de mayo de 2022

Macarthismo

Volante para la campaña de elección de McCarthy al Senado 

 “Joe McCarthy fue artillero de cola en la Segunda Guerra Mundial. Cuando comenzó la guerra Joe ocupaba un apacible puesto de juez por 8 mil dólares al año. Estaba exceptuado de los deberes militares. Renunció a su cargo para alistarse como soldado raso y en la infantería de marina. Peleó por tierra y aire a través de todo el Pacífico. Él y millones de otros tipos evitaron que Ud. hablara japonés. Hoy Joe McCarthy esta en la patria. Quiere servir a Norteamérica desde el Senado. Sí amigos: el Congreso necesita un artillero de cola. Ahora que reina la confusión en Winsconsin, Norteamérica necesita luchadores. Los hombres que pelearon en un suelo extraño para salvar a Norteamérica se ha ganado el derecho de servir a Norteamérica.”

Pedido de firmas

A comienzos de la década del ´50, un periodista del diario “Capital Times” de Winsconsin (Estado por el que era senador McCarthy) tuvo la idea de redactar, en forma de petitorio al gobierno, un documento que contenía un fragmento de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos , así como los seis primeros artículos de la Declaración de Derechos , ambos textos contemporáneos al nacimiento de la nación. Sumó a esto la XV enmienda a la Constitución, que garantizaba iguales derechos para todas las personas, sin distinción de raza, credo o nacionalidad. El 4 de julio, aniversario de la independencia de los EEUU, en la plaza principal de la capital, donde una multitud festejaba, comenzó a hacer circular el documento solicitando firmas de adhesión. El periodista, John Hunter, publicó al día siguiente el resultado del experimento. Hunter pidió la adhesión a 112 personas. Solo una se atrevió a firmarlo; 111 le contestaron que no por miedo a las consecuencias y 20 le preguntaron si era comunista. La primera persona encuestada le respondió: “No logrará que le firme esto, estoy tratando de obtener el certificado de lealtad para ingresar a una función en el Gobierno”. Otro le dijo: “No puedo firmar esto porque soy empleado público”. Un tercero simplemente le recomendó a Hunter: “¡Váyase al diablo con estas porquerías comunistas!”. Uno de los tantos le comentó: “Veo que usa una vieja táctica comunista; pone le nombre de Dios en un petitorio extremista”. Y un mujer, que no soportó leer por entero el documento, le dijo sumamente encolerizada: “¡Quizás sea esta la Declaración de Independencia Rusa, pero no me convencerá de que es la nuestra!”

Interrogatorios de McCarthy

Extracto del interrogatorio secreto de J. McCarthy al músico Aarón Copland:
McCARTHY: ¿Ha sido usted alguna vez comunista? COPLAND: Nunca he sido comunista en el pasado ni ahora. M: ¿Ha sido alguna vez simpatizante del comunismo? C: No estoy seguro de lo que entiende por simpatizante. Por mi idea de la expresión, nunca he pensado en mí como un simpatizante comunista. M: ¿Ha asistido alguna vez a una reunión comunista? C: Lo siento, pero no sé cuál es su definición de reunión comunista. M: Una reunión que, sabía entonces, o sabe ahora, organizaba o patrocinaba el Partido Comunista. C: No, que yo sepa. M: ¿Estuvo alguna vez en una reunión donde una parte importante de los invitados fueran comunistas? C: No que supiera. M: ¿Le pidieron alguna vez que se uniera al Partido Comunista? C: No. M: ¿Nadie le mencionó la posibilidad de que se uniera al Partido Comunista? C: No que recuerde. M: ¿Alguno de sus amigos es comunista? C: No que yo sepa. M: ¿Conoce a algún miembro del Partido Comunista? C: No conozco a ningún miembro del Partido Comunista.

Extracto del interrogatorio secreto de J. McCarthy al escritor Dashiell Hammett:
McCARTHY: ¿Ha escrito alguna vez una historia que no sea de detectives? HAMMETT: Sí, una serie de relatos. M: ¿Alguno de ellos trataba problemas sociales? H: Si, uno de ellos era sobre relaciones entre negros y blancos. M: ¿Era miembro del Partido Comunista cuando lo escribió? H: Me niego a declarar porque la respuesta podía incriminarme. M: ¿El relato reflejaba de alguna manera la línea del Partido Comunista? H: Es difícil decirlo. En cuanto a reflejar, diría que no. Era contra el racismo. M: ¿Reflejaba la línea comunista sobre los problemas raciales? H: (No contesta). M: Perfecto, no quiere contestar. Algo tendrá que esconder.

Denuncias contra comunistas

El 9 de febrero de 1950 el Senador McCarthy, en plena campaña de reelección, dijo en su discurso ante las mujeres republicanas de la ciudad de Wheeling que el tenía la lista con lo nombres de 205 comunistas que prestaban servicio en altos cargos del gobierno de los EEUU, y desde allí moldeaban toda la política exterior estadounidense. Al día siguiente, en otra ciudad, la lista de comunistas cambió: no eran 205, sino 81; al tercer día, en una nueva ciudad de su recorrido, se convirtieron en 57, pero” todos con carnet”. Ante la conmoción que causó su denuncia el Senado se reunió diez días después y, ante él, repite un de las cifras anteriores, 81, pero no aporta los nombres; menos de 24 horas después, el 21 de febrero, ante la Tlevisión, retorna a la cifra inicial, pero afirma que “lamentablemente no puedo conseguir los nombres de esas personas acusadas”. Extractado de SELSER, Gregorio, “McCarthy. La caza de brujas”.

McCarthy intenta demostrar frente al Senado sus denuncias

El 20 de febrero de 1950 McCarthy concurrió ante el Senado a explicar sus denuncias de Wheeling, este es el relato que realizó del hecho un periodista contemporáneo: A la hora señalada apareció McCarthy con un abultado portafolio, que se transformaría en su clásico acompañante. Anunció que había traspasado la “cortina de hierro de secretividad del presidente Truman” y que se proponía presentar a continuación 81 casos sin identificación. La cifra 81 era nueva ¿Qué relación guardaba – preguntó un senador – con los 205 y 57? “No creo haber mencionado la cifra 205 – contestó McCarthy – creo haber dicho más de 200”, pero los 81 que ahora entraban a discutir abarcaban los 57 e incluían 24 casos más. Casos, ¿exactamente de qué?, le preguntaron. “Solo estoy aportando al Senado – dijo – aquellos casos que claramente denotan la existencia de una terminante conexión comunista, personas que ocupan altos cargos de gobierno a las que considero son comunistas”. Pero inmediatamente resultó que no quería se pensara que los 81, en pleno, estaban en ese momento trabajando en el gobierno. “Puedo decir que sé que algunos de estos individuos cuyos casos aporto al Senado ya no trabajan para el gobierno de los EEUU”. Y el Senado se equivocaba si creía que todas las personas nombradas eran comunistas. Algunas, manifestó, no eran comunistas. Parecía chiste o tomadura de pelo. Denunciaba 81 personas que trabajaban en altos cargos de gobierno como comunistas, pero luego explicaba que ni todos trabajaban para el gobierno, ni todos eran comunistas. En verdad, algunos no eran nada. Los casos 15, 27, 37 y 59 sencillamente nunca fueron nombrados, los pasó enteramente por alto. Los casos 21 al 26 solo se identificaban por el hecho de trabajar para una radio liberal. Los casos 1 y 2, y varios otros, solamente trabajaban para las Naciones Unidas. El caso 3 era el mismo que el caso 4, el caso 9 igual al caso 77. El caso 14 reapareció en el caso 41, y se trataba en realidad de un anticomunista tan vigoroso que había sido despedido. Los casos 13 y 78 eran tan solo solicitantes de empleo en el gobierno, o lo habían sido en 1948. Nada se sabía del caso 52, salvo que era subordinado del titular del caso 16, “quien, según indican los ficheros gubernamentales, era uno de los espías comunistas más peligrosos (pero, si estaba en los ficheros indicado como espía comunista, ¿cómo seguía en servicio y no había sido despedido?). Sobre el caso 12, afirmaba que había trabajado en el Departamento de Comercio, pero McCarthy no tenía idea de “dónde está en el día de hoy. Francamente no lo sé” dijo. El caso 62 “no era importante en lo que se refiere a actividades comunistas” El caso 72, señaló McCarthy, era notable por cuanto “representa lo directamente opuesto a los casos que he estado leyendo. No confundan a este hombre con un comunista. Este hombre fue muy altamente recomendado por varios testigos que lo tienen por un alto tipo humano, un Norteamericano Democrático que se opuso al comunismo”. A medida que algún senador le pedían explicaciones, McCarthy se enredaba cada vez más en su confusa, contradictoria y lunática exposición; cada vez más ronco, enrojecido y menos coherente, hablaba acerca de sus estúpidos documentos, desordenadamente desparramados sobre dos escritorios, y tan incomprensibles para él como para los demás senadores. El senador Scott Lucas interrumpió setenta y una veces al orador para que pusiera en claro sus confusas cifras, y lo mismo hizo Brian McMahon en treinta y cuatro ocasiones sin resultado. El periodista finaliza afirmando que “A cuantos habían presenciado la noche del 20 de febrero les había parecido que la única cosa que debía tomarse seriamente respecto a McCarthy era su capacidad para aburrir y dejar exhaustos a sus críticos; se había mostrado no solo deshonesto, sino mentalmente insano. ¿Acaso otra cosa que una rematada insania podía llevar a un hombre en tren de denunciar a 81 comunistas, a decir que uno de esos comunistas representaba un ejemplo importante porque no era comunista?

1. ¿Por qué Mc Carthy sostenía, aunque fuera mentira,  que había comunistas infiltrados?
2. Describe cómo eran los interrogatorios y qué objetivos tenía el Comité de Actividades Antinorteamericanas para realizarlos.
3. ¿Se pudieron demostrar las denuncias de Mc Carthy? Justifica.

jueves, 21 de abril de 2022

Definiciones de Guerra Fría

 

Selección de Documentos

 

A

 

“La Guerra Fría es la forma procedente del agresivo comunismo mundial, de la confrontación políticoespiritual y psicológico-propagandística con el mundo no-comunista. En la Guerra Fría, el comunismo mundial quiere, en primer lugar, dominar la conciencia de las masas. Por tanto, el mismo trata de que su influencia penetre en todos los ámbitos vitales de la sociedad en los Estados no-comunistas. La meta suprema de la guerra fría radica en el completo dominio, descubierto u oculto, del mundo no comunista. A tal efecto se utilizan preferentemente medios no-militares. No obstante, de vez en cuando también puede recurrirse a medios militares. Los éxitos comunistas en la Guerra Fría pueden conducir a situaciones revolucionarias”.

 

Fuente: Manual de Temas Militares de la República Federal Alemana, Alemania Federal, 1963. (En: Pereira Castañeda, Juan, Ob. Cit., Página 13).

 

B

 

“La Guerra Fría constituye un rumbo político agresivo que tomaron los círculos reaccionarios de las potencias imperialistas, bajo la dirección de Estados Unidos e Inglaterra, a raíz de la Segunda Guerra Mundial 1939- 1945 (...) La Guerra Fría esta orientada a no permitir la coexistencia pacífica entre Estados de diferentes sistemas sociales, a agudizar la tensión internacional y a crear las condiciones para el desencadenamiento de una nueva guerra mundial (...) En la práctica la política de Guerra Fría se ha hecho patente en la creación de bloques político-militares agresivos, en la carrera de armamentos, en el establecimiento de bases militares en el territorio de otros Estados, en la histeria de la guerra, en la intimidación de los pueblos amantes de la paz (...), en la desorganización de las relaciones económicas pacíficas, en los intentos de sustituir por la violencia y la dictadura las normas generalmente reconocidas de las relaciones diplomáticas entre los Estados”.

 

Fuente: Gran Enciclopedia Soviética, Moscú 1970. (En: Pereira Castañeda, Juan, Ob. Cit., Página 16).

 

C

 

“La Guerra Fría es el enfrentamiento entre soviéticos y norteamericanos, motivado por sus ambiciones e intereses contrapuestos, por el choque entre dos ideologías de pretensión universal, encarnadas cada una de ellas en un estado con poder suficiente para hacer de él un candidato a la hegemonía.

La Guerra Fría es la mayor guerra de todos los tiempos. No ciertamente la que ha costado más vidas, Gracias a Dios, aunque su pretendida frialdad no debe deslumbrarnos, es la primera en la que se ha puesto en juego el dominio del mundo entero e incluso del espacio circundante, la primera que ha enfrentado, por encima de intereses y pasiones a dos recetas de una bondad automática y universal.

Sería ridículo plantearla como una lucha entre el bien y el mal (...). Cada uno se ha ido acostumbrando a ver en el adversario un fuera de la ley contra quien todos los golpes estaban permitidos. El milagro es que haya podido establecerse entre estos dos mundos así enfrentados, una

especie de coexistencia y que paulatinamente el diálogo y el esfuerzo de comprensión, hayan ido suplantando al ataque. Hay que reconocer que el mérito corresponde especialmente a los armamentos nucleares.

La guerra fría ha cortado en dos pedazos ciudades y países, ha creado y destruido naciones, ha puesto las armas en manos de decenas de millones de hombres, ha acabado con centenares de miles de ellos, ha suscitado entusiasmo, sufrimientos y miedos... sin duda no podría haber sido evitada”.

 

Fuente: Andre Fontaine, Historia de la Guerra Fría, Editorial Luis Caralt, Barcelona 1970. Página 8. (El autor de la obra es francés y la primera publicación de esta obra se realizó en Francia el año 1970).

 

D

 

“El concepto Guerra Fría es de origen norteamericano. Lo inventó en 1947 el periodista Herbert B. Swope para su uso en un discurso del senador Barnard Baruch. Lo recogió otro periodista Walter Lipman que lo popularizó en una recopilación de sus artículos titulada La Guerra Fría. Estudio de la política exterior de los Estados Unidos. A finales de los años cuarenta la expresión había ganado carta de naturaleza y se utilizaba para designar al complejo sistema de relaciones internacionales de la posguerra, la pugna entre las dos superpotencias por la hegemonía mundial y la aparición de un abismo de hostilidad y temor entre los dos grandes bloques geopolíticos”.

 

Fuente: Gil, Julio, La Guerra Fría: La OTAN frente al Pacto de Varsovia, Editorial Siglo XXI Madrid 1998. Página 7

 

E

 

“Los cuarenta y cinco años transcurridos entre la explosión de las bombas atómicas (1945) y el fin de la Unión Soviética (1991) no constituye un período de la historia homogéneo y único (...). Sin embargo, la historia de este período en su conjunto siguió un patrón único marcado por la peculiar situación internacional que lo dominó hasta la caída de la URSS: El enfrentamiento constante de las dos superpotencias surgidas de la segunda guerra mundial, la denominada Guerra Fría.

“La guerra no consiste sólo en batallas, o en la acción de luchar sino que es un lapso de tiempo durante el cual la voluntad de entrar en combate es suficientemente conocida” (Hobbes, capítulo 13)

La guerra fría entre Estados Unidos y la URSS fue un período de tiempo con esas características.

Generaciones enteras crecieron bajo la amenaza de un conflicto nuclear global que, tal como creían muchos, podía estallar en cualquier momento y arrasar a la humanidad.

La singularidad de la guerra fría estribaba en que, objetivamente hablando, no había ningún peligro inminente de guerra mundial. Más aun: pese a la retórica apocalíptica de ambos bandos, sobre todo del lado norteamericano, los gobiernos de ambas superpotencias aceptaron el reparto global de fuerzas establecido al final de la segunda guerra mundial. La URSS dominaba o ejercía una influencia preponderante en una parte del globo: la zona ocupada por el ejército rojo y otras fuerzas armadas comunistas al final de la guerra, sin intentar extender más allá su esfera de influencia por la fuerza de las armas. Los Estados Unidos controlaban y dominaban el resto del mundo capitalista, además del hemisferio occidental y los océanos, asumiendo los restos de la vieja hegemonía imperial de las antiguas potencias coloniales. En contrapartida, no intervenían en la zona aceptada como hegemonía soviética. La delimitación de influencias estaba clara en Europa y en Japón (...).

La disputa por la influencia se manifestaría en los antiguos imperios coloniales, que para 1945, en el caso de Asia ya se avizoraban síntomas de desintegración. Como la orientación futura de los nuevos estados poscoloniales no estaba clara, fue en esta zona donde las dos superpotencias siguieron compitiendo en busca de apoyo e influencia durante toda la guerra fría, allí era donde resultaban más probables los conflictos armados que acabaron por estallar (Corea y Vietnam son los más característicos) (...). La paz se mantuvo durante la guerra fría porque a pesar de la retórica utilizada por ambas parte, ninguna de ellas estaba dispuesta a llegar al enfrentamiento directo, por tanto, una de las premisas durante este período era que la coexistencia pacífica entre ambas potencias era posible (...). Como ejemplos claros de esta situación tenemos la Guerra de Corea en 1950-53 y la crisis de los misiles en Cuba en 1962. En ambos casos las partes no se arriesgaron a comenzar el enfrentamiento directo porque conocían los riesgos que ello significaba. En el caso de Corea, Estados Unidos participó directamente, mientras que la URSS lo hizo de manera encubierta a través de los Chinos. Esa situación la sabían los norteamericanos, pero se mantuvo en secreto porque se dedujo que lo último que quería Moscú era un enfrentamiento abierto. En la crisis de los misiles en 1962 ambas partes retrocedieron y lograron salir del problema sin verse involucrados en la guerra directa (...). La URSS aprendió durante la guerra fría que los llamamientos de Estados Unidos a “hacer retroceder al comunismo” no eran más que propaganda, ya que lo que primaba realmente era el respeto a la esfera de influencia soviética.

Una vez que la URSS se hizo con armas nucleares, atómica 1949, hidrógeno 1953, ambas superpotencias dejaron de utilizar la guerra como arma política en sus relaciones mutuas, pues era el equivalente a un pacto suicida. Sin embargo, ambas superpotencias se sirvieron de la amenaza nuclear (...) la confianza de que no se utilizarían parecía estar justificada, pero al precio de desquiciar los nervios de varias generaciones. El ejemplo más significativo es la crisis de los misiles cubanos.

 

Libro: Hobsbawn, Eric, Historia del Siglo XX, Editorial Crítica, Buenos Aires, 1998. Página 229-233

 

F

 

“La Guerra fría fue una pugna por la influencia mundial entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Los dos países emplearon diversos métodos, aunque nunca llegaron a lanzar un ataque directo y total contra sus respectivos territorios. La creación de alianzas rivales, la presentación de ayuda militar y económica a los estados que eran clientes suyos y a los que aspiraban a serlo, una masiva y costosa carrera armamentista, las campañas de propaganda, el espionaje, la guerra de guerrillas, la lucha contra la subversión y los asesinatos políticos fueron los métodos que usaron.

La Guerra Fría fue uno de los conflictos más largos de la historia de la humanidad, ya que duró más de setenta años (1917-1991), con algunos períodos en los que disminuyó la hostilidad. Fue también la guerra con mayor alcance de las que ha habido en el mundo: se hizo en todos los continentes del globo, y teniendo en cuenta la carrera del espacio, también se hizo por encima de ellos. Asimismo, fue uno de los conflictos más costosos, no sólo por el número de vidas que se perdieron, sino también por los recursos que se consumió. Al final, la Unión Soviética se derrumbó, y el comunismo expiró, al menos la forma de comunismo que existía en dicho país. Pero, como señala Mijaíl Gorbachov, ambos bandos sufrieron numerosas pérdidas. Estados Unidos perdió muchas vidas y, además, consumió enormes recursos económicos, y los principios democráticos en los que se fundamentaba la nación norteamericana corrieron peligro”.

 

Fuente: Ronald Powaski, La Guerra Fría, Estados Unidos y la Unión Soviética, 1917-1991, Editorial Crítica, Barcelona 2000. Página 9. (El autor de la obra es inglés).

 

G

 

“La Guerra Fría presenta tres rasgos principales: una incompatibilidad total entre dos sistemas agrupados alrededor de dos ciudadelas, Estados Unidos, escudo del mundo occidental, y la URSS, defensora de las comunidades socialistas; una imposibilidad de desarrollar hasta el fin la lógica del conflicto, a partir del momento en que los dos sistemas centrales están equipados con armas nucleares; una propensión a utilizar estrategias indirectas para desestabilizar al otro. La Guerra Fría no desemboca, como los conflictos anteriores, en la eliminación del adversario”.

 

Fuente: J. Gonzáles, Historia del mundo contemporáneo, Editorial Edebe, Barcelona 2001, página 235. (El autor es español).

 

H

 

“La Guerra Fría fue un largo y complejo período, entre 1947 y 1991, que cambió la fisonomía de buena parte del planeta. Se trata de un conflicto global de carácter económico, político, ideológico y cultural entre dos bloques antagónicos, liderados respectivamente, por Estados Unidos y por la URSS. La Guerra Fría mantuvo un estado permanente de tensión internacional; la confrontación este-oeste no fue directa, sino que se hizo a través de terceros países en zonas próximas a los límites de ambos bloques”.

 

Fuente: Joaquín Prats, Historia del Mundo Contemporáneo, Editorial Anaya, Barcelona 2002. Página 303. (El autor es español).